domingo, 28 de agosto de 2011

Pozo-Cañada

Escudo de Pozo-Cañada
Pozo-Cañada es un municipo de la provincia de Albacete, dentro de la comarca histórica de la Mancha de Montearagón, en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.



Situación.

Pozo-Cañada se encuentra a 24 Km de Albacete, 128 Km de Murcia y 275 Km de Madrid.  Está situado al sudoeste de la autovía A-30, comunicado por ésta con Murcia y la capital provincial.  Tiene 117,16 Km2 y una población de 2.885 habitantes (INE 2010), que se dividen entre el casco urbano y algunas aldeas diseminadas.

El municipio se encuentra entre los Llanos de Albacete y las Tierras Altas en torno a Chinchilla de Monte-Aragón, en un espacio de transición con los Campos de Hellín, participando de diversas características de las comarcas citadas, de ahí la presencia del primer molino de Viento de La Mancha por la parte sur,  situado en el Cerro del Molino de la localidad.  Se ubica dentro de la comarca histórica de la Mancha de Montearagón, así como dentro de la Mancomunidad Monte Ibérico-Corredor de Almansa.



Origen.

Aunque de procedencia medieval, aparece en el Catastro y perdura hasta el momento actual el topónimo de Pozo-Cañada, que proviene de la existencia de un punto de aguada situado en la misma orilla de la Cañada Murciana y Vereda Real.  El origen del núcleo de población pudo estar vinculado a la existencia de aguas someras en la orilla de la Cañada Murciana, vía pecuaria utilizada desde la Edad Media por los ganados de la Mesta en sus migraciones anuales entre las tierras del Reino de Murcia y la Serranía de Cuenca, y que coincide en buena parte con la Actual carretera de Albacete a Murcia.  En dicho lugar, y para servicio del ganado trashumante, se debió alumbrar un pozo con sus correspondientes abrevaderos, dando ello lugar a la formación de un pequeño núcleo de casas y habitantes que recibió el nombre de Pozo de la Cañada, denominación que figura en los documentos del Concejo de Chinchilla fechados en 1515.



Historia.

Este minicipio perteneció durante muchos siglos al Marquesado de Villena, e inicialmente al Señoría de Don Juan Manuel, Infante de Castilla, siendo éste quien inició la repoblación de esta zona.  Era Don Juan Manuel devoto de San Juan, mas no de San Juan Bautista, sino de San Juan de Mayo o de Porta Latina, cuya devoción extendió por toda la parte albaceteña del Marquesado.  La primitiva iglesia de Pozo-Cañada, seguramente fue construida en honor a San Juan de Mayo.  No es fácil la datación de la actual imagen del patrón, San Juan Bautista, tosca y policromada, aunque por las caracteristicas que denota se encuentra entre el renacimiento tardía y el barroco incipiente, posiblemente podría situarse entre finales del siglo XVI y mediados del XVII; lo importante es la devoción en sí misma y, sobre todo, el haber recuperado un símbolo esencial de la identidad cultural y religiosa de Pozo-Cañada.

La dependencia de Pozo-Cañada del municipio de Albacete debe fijarse en el siglo XVIII, concretamente en 1745 cuando la entonces villa de Albacete ampliaba su término a costa del de Chinchilla de Monte-Aragón con tierras situadas a la derecha de la Cañada Murciana.  De esta manera, y por una artificiosidad administrativa, se separó jurídicamente lo que por naturaleza era y sigue siendo un mismo espacio de convivencia social y de relación vecinal, y buena prueba de ello es que el Ayuntamiento de Pozo-Cañada venga prestando los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento y otros al barrio de Pozo Bueno.  La línea divisoria entre el nuevo término albacetnse y el chinchillano quedaba fijado prácticamente en la misma población, concretamente en la calle y camino de Murcia.  Así el barrio de Pozo Bueno quedaba en Chinchilla de Monte-Aragón y el de Pozo-Cañada en Albacete y así ha permanecido hasta la segregación de la localidad.

Posteriormente, la iglesia de Pozo-Cañada se separó de la Iglesia de Chinchilla de Monte-Aragón el 11 de febrero de 1787.



Más tarde y de sublime importancia fueron los primeros sucesos trágicos de la Guerra Civil Española en la provincia.  Es el primer enfrentamiento sangriento entre grupos soblevados en Albacete capital y un grupo de vecinos de izquierdas de Pozo-Cañada que intentan oponerse a la rebelión armada del 18 de julio de 1936 y luchar por la defensa de la democracia y de la República.  Como consecuencia de este enfrentamiento tiene lugar los primeros cinco muertos de la semana de la rebelión militar en la provincia, sucesos ocurridos a la entrada de la localidad en la conocida esquina del coñero.

Antes de que finalizara el siglo XX y siendo la fecha más importante de la historia de Pozo-Cañada, la localidad se segregó del minicipo de Albacete el 8 de mayo de 1999, constituyéndose en municipio nuevo y siendo el pueblo más joven de los 87 existentes en la provincia.  Más tarde, el 25 de enero de 2000, se constituiría su primiera corporación municipal, siendo primer alcalde Pedro García Rodríguez.



Arqueología.


El área de Pozo Cañada es una zona relativamente bien conocida, gracias fundamentalmente a diversos hallazgos causales o bien descubrimientos llevados a cabo en la primera mitad del siglo XX.

La Edad de Bronce se caracteriza por los asentamientos en altura con un claro sentido de defensa y control estratégico del territorio. Murallas construidas en piedra de medio y gran tamaño, sin desbastar y trabadas en seco. Las viviendas suelen ser de planta circular. La economía se basaba en la explotación agropecuaria del terreno. Varios asentamientos situados al sur de Pozo Cañada, en la sierra del Chortal y en la Morra de Mercadillos, cuya finalidad es el control del paso del Estrecho de Pozo Cañada de la parte sur. Al norte se encuentra el conjunto de la Peñuela, excavado en los años 1920, donde aparecieron restos de una población cuya antigüedad data del año 1200 a. C.

Durante el período ibérico y romano el poblamiento en la zona se articula en función de las vías de comunicación, un importante trazado viario que ponía en contacto el área mesetaria con el Sur y el Levante peninsular. Nos referimos a la vía romana Complutum-Carthago Nova, que seguiría un trazado paralelo a la carretera nacional. En 1974, en Venta Nueva, se encontraron miliarios (actuales puntos kilométricos), fechados en el segundo consulado del emperador Trajano, que son un testimonio del paso de la calzada por dicha área. Asociados a la calzada romana aparecen varios asentamientos de esta época en Mizquitillas, Venta Nueva, la Cueva y los Mercadillos con abundante material cerámico. Otro vestigio iberorromano es la necrópolis del Navajón.





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